La segunda versión de la GPL añade una serie de características interesantes para evitar algunos inconvenientes surgidos en la primera versión. De esta manera, esta segunda versión añadía el concepto de no necesidad de aceptación de la licencia así como el soporte para la redistribución del código de forma alternativa.
Cuando hablamos de “no necesidad de aceptación de la licencia” quizá nos llame la atención. Realmente no debería ser tan chocante, sobre todo cuando se trata de no restringir el uso de software libre. De hecho, esta cláusula hace referencia al hecho de que, en caso de que sólo se vaya a usar el software, no es necesario siquiera aceptar la licencia. En cambio, si se pretende modificar, incluir, redistribuir, etc. el software, entonces sí que se debe aceptar la licencia.
Por otra parte, cuando se redactó la primera versión de la GPL, apenas comenzaba a utilizarse Internet, de manera que cuando alguien creaba nuevo software, generalmente distribuía el código conjuntamente al programa, por ejemplo mediante el envío físico de disquetes que contuvieran tanto el programa como el código fuente. Esto cambió radicalmente cuando empezó a utilizarse Internet de manera masiva: ya no hacía falta incluir sistemáticamente el código con el software. Por tanto, la licencia se actualizó a este hecho para permitir incluir simplemente una manera de cómo obtener el código, generalmente mediante una dirección en Internet desde donde descargarlo.
Otra curiosidad de la segunda versión de la licencia GNU es la inclusión de una cláusula paradógica: prohibido prohibir. Si la licencia da unos derechos a aquellos que reciben el software, no se puede unilateralmente recortar parte de estos derechos. La manera de hacer esto correctamente, es el doble licenciamiento. De esta manera, en función del uso que se le vaya a dar el software se puede optar entre una licencia GPL u otra, pero la licencia GPL original queda intacta. Este es el método que utilizan muchos proyectos de software libre.
Por otra parte, también se actualizó la licencia para cumplir con la legislación de cada país, cuando la licencia incumpla alguna de las leyes en ese país donde se va a usar el software.
Hemos dejado para el final la parte más importante: no se permite incorporar parte del software de forma privativa. Esto es muy importante, ya que si no fuera así la licencia no serviría para nada. La única manera de aportar código, es de en forma de software libre, si no simplemente no se puede incluir en el proyecto. Esta restricción es eliminada parcialmente si se hace uso de la LGPL, una licencia análoga a la GPL pero con algunas pequeñas modificaciones que veremos más adelante.
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