Antes de pasar a estudiar algunas de las distintas licencias de software libre que nos podemos encontrar, hay que situar estas licencias en el entorno en que surgieron.
Cuando el movimiento del software libre comenzaba, estaba de moda liberar los trabajos mediante copyleft. Con el copyleft trata de cambiar la mentalidad hasta ese momento en que se retienen todos los derechos, de manera que se liberar derechos para aquellos que utilizan el software. De esta manera, se intenta dar más libertad a aquellos que deseen realizar trabajos derivados del software o realizar tareas de difusión e incluso vender el software.
De esta forma, la manera de ver el copyright cambia desde:
“Copyright. All rights reserved.”
Derecho de copia. Todos los derechos reservados.
A esta nueva visión de ver el copyright:
“Copyleft. All rights reversed.”
Izquierdos de copia. Todos los derechos invertidos.
Este párrafo, que se puede encontrar en mucho software liberado como copyleft y que comenzó como un juego de palabras fue tomando consistencia, hasta que se inició un movimiento derivado de él que cambiaría la forma de ver el software.
De hecho, esta nueva perspectiva permitiría a Richard Stallman comenzar el movimiento GNU y, posteriormente las licencias GNU, con las que se pretende proteger al copyleft del exceso de libertad que puede ser contraproducente para la comunidad de desarrolladores de software libre. De hecho, el copyleft como tal no cumple con las cuatro libertades enumeradas por GNU para contemplar a un software como libre. Más adelante veremos cómo se desarrollaron nuevas licencias que hacían compatible esta manera de ver el software y que se ajusta más al software libre tal y como lo conocemos hoy en día.
La licencia copyleft típica
“Nombre del software. Copyright Nombre del autor. Año XXXX.
Este software es copyleft, puede usarlo con cualquier propósito.”
Esta licencia, que conceptualmente parece sencilla, tiene una serie de inconvenientes importantes que no protegen al autor ni al software. Por una parte, el autor puede perder la autoría, en el sentido en que la licencia no obliga a mantener o dar crédito al autor. Además, dado que el software se ejecuta sobre una plataforma de hardware, puede haber una serie de garantías implícitas con las que el autor posiblemente no haya contado.
Es importante saber también que se permiten trabajos propietarios completamente privativos, con lo que se pueden perder aportaciones importantes al software ya que esos trabajos derivados no tienen la obligación de contribuir al proyecto original. Esta licencia es tan permisiva, que incluso se permite relicenciar el software sin ni siquiera pedir permiso.
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