El software libre, tal y como fue concebido en sus inicios, trata de la forma ética en la que se utiliza, difunde y modifica el software. Trata de establecer una serie de valores y, para ello, propone una serie de libertades que no se deben violar para mantener la libertad del software.
El software libre es, también, una manera de acumular experiencia y formas de resolver problemas de software, de manera que podamos reutilizarlo para poder desarrollar nuestras propias aplicaciones. De todas maneras, no se trata únicamente de que el software pueda ser utilizado y modificado por cualquiera, sino que, además, cualquiera pueda ser beneficiario de ese software en cuanto las modificaciones sean liberadas nuevamente en la comunidad donde se desarrolló.
En la Wikipedia podemos acceder a un mapa conceptual bastante completo donde comprobar, de un vistazo, cómo se interrelacionan las cuatro libertades básicas del software libre con el desarrollo, la mejora y la calidad de este software. La manera en que los usuarios y los desarrolladores intervienen en la toma de decisiones y cómo esta interacción se hace evidente en un software al que, posiblemente, haya empresas que nos le den soporte. Para consultar este mapa conceptual, podemos visitar:
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/d2/Mapa_conceptual_software_libre.png
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